Libélula

Surrealismo simbólico místico realistico. 

Eran las 7 de la mañana cuando sonó el despertador, rompiendo el silencio de esa mañana de junio. 

Aquella madrugada cuando Jacobo Hiba de regreso a casa, no déjaba de pensar en la experiencia previa. 

Las imágenes revoloteaban sobre su cabeza como Miles de buitres esperando que la poca cordura cayera cansada de resistir lo que era inevitable, su propia muerte. 

A las 2 de la mañana Renata saldría del antro con sus amigas, Mara, Estefanía y Blanca, todas con tragos de mas en su sistema, las 4 chicas caminabas en las calles desiertas de esa ciudad. 

A las 5 de la mañana se encontrarían con Jacobo, no se conocen... El destino jugando sus bromas acostumbradas les preparo unas experiencias a estos 5 personajes. 

El sabor amargo del ajenjo hacia mella en las papilas gustatitas de Jacobo, mientras este para su cabeza, pensaba " Interesante, El sabor que el ajenjo me a dejado, sin embargo mas dulce que amargo me parece"

Los sutiles cambios en el ambiente, la condensación de las millonesimas gotas de agua que se tienden a transformar en el rocío de la madrugada comenzaron a generar frío. La noche era oscura y fría. 

Para Renata y sus amigas esto no era importante porque habían terminado de festejar que Mara se comprometía. La noche era joven aún, de hecho... 

Volvió a sonar el despertador con fuerza. El sol filtrándose por la única rendija de cortina "antibrigth" hacia su rostro. 

Despertó al fin... Todo acaso fue un sueño. 

Las chicas, Renata y su aventura amorosa. Busco en la cama para saber que efectivamente había sido un sueño. Solo un compuesto de imágenes y letras que le daban forma x así decirlo al mundo, al mundo que él Jacobo no estaba dispuesto a dejar ir así como así. 

Sin embargo al levantarse, se dió cuenta que...

Él nunca fue real, ni sus experiencias, ni sus historias, mucho menos, las chicas y más aún y con suficiente consciencia para saber que, Renata tampoco fue real...

Todo el uso del recurso de narración se volvió hacia él ahora ya no había cuarta pared, no quinta ni sexta... Todo está revuelto. 

Volvió a dormir Jacobo sabiendo que pronto se volverá a hablar de él y esa noche. Solo esperara a que sea su turno de aparecer en las letras, junto con ellas esas otras 4 personajes.