HISTORIAS PERDIDAS DE LA TIERRA II

Abril 21 2000 

Subida al cerro del Tepozteco
 
Después del desayuno con Don Pánfilo, Alfred, Martín y yo nos encaminamos por una vereda que llevaba al cerro del Tepozteco, ya serían como las 9 más o menos o más tarde? Bueno el caso es que íbamos subiendo por una verdura que era el camino que según nos comentaba Martín era el más tranquilo y nada que ver para turistas, de hecho el se refirió a aquel Camino como el que solían tomar los locales, pues ellos subían muy a menudo para llevar a pastar a sus cabras y dos que tres cabezas de vacas y de hecho nos topamos con un señor que ya no me acuerdo cómo se llamaba que bajaba con un burro resongón, Martín lo saludo y este el señor le pregunto que si iba pal cerro y a lo que respondió Martín que nos estaba dando un recorrido a nosotros sus nuevos amigos, el señor volteo y se nos quedó viendo a Alfred y a mi, Alfred por ser de otro país pues alto y güero y yo pos nomás como soy, no tan alto ni tan moreno de hecho más parecido a Martín por obvias razones los dos de México, también le comento que no agarramos el camino de la yegua porque por ahí aún se veía neblina subiendo a lo que Martín respondió con un gracias a ese señor, creo que se llama Matías, pues bien íbamos subiendo y llegamos al camino de la yegua que menciono Matías anteriormente, pero no se veían rastros de niebla, para esto llegar ahí nos llevó casi toda la mañana pues para cuando ví mi reloj alarma eran casi las dos y media de la tarde y ya comenzaba a tener hambre, (siempre he Sido muy comelón jajaja) entonces eso se lo comenté a Martín y viendo que también Alfred tenía hambre también y pues el que estaba acostumbrado a subir el cerro cuando comía por allá comía por lo regular cerca de las 4 y que el lugar a donde nos queria llevar estaba aún más retirado, confesó que en ese espacio el solía ir a ver y sentir el aire de todo tepoz pues desde aquel lugar la visita era preciosa y se veía casi todo el pueblo, en fin dijo pues si tienen hambre no hay pedo al fin ya se les bajó el pulque y me imaginé que pasaría esto así que traje el doble, saco de su mochila dos tortotas de pollo con mole y un termo con un atole champurrado bien rico, wow de recordarlo da hambre, bueno pues nos quedamos ahí en el camino de la yegua, son embargo como a los 5 minutos de estar sentados y platicando historias misteriosas del Tepozteco se escuchó un estruendo en el cielo, se estaban aproximando nubes de lluvia, Martín muy normal nos dijo que le apuraramos para que no nos agarrara la lluvia en ese espacio, cuando derepente se escuchó un silbido y un estruendo como si se tratara de rocas cayendo, pero no había nada en nuestra dirección si no venían del otro lado de la y, por curiosos fuimos a ver y para nuestra sorpresa una neblina muy cargada apareció de pronto y con ella otro estruendo más, Martín se veía algo preocupado pero la cara de Alfred estaba como helada sin expresión y solo viendo a una gran pared del despeñadero por dónde andábamos y en ese momento al percatarnos de la cara de Alfred volteamos Martín y yo y vimos clarito como una gruta se terminó de abrir, en ese momento sentí un terrible miedo y asombro pues en toda mi vida no había experimentado una sensación así, de pronto algo como un sopor muy profundo me hizo caer, sin correr o sin moverme, voltee como pude a ver a Martín y a alfred pero Martín estaba corriendo al otro lado mientras que Alfred solo estaba de rodillas, en ese momento cerré los ojos y ya nos supe que pasó, hasta un rato después. 
Yo solo sabía que había visto a Martín salir corriendo despavorido sin preocuparse por nosotros que nos dejaba atrás y que Alfred se había quedado de rodillas, sin embargo yo que me había dormido, puesto que no sentí ningún tipo de síntoma de desmayo como tal más bien sentí el gran sopor de estar ahí me encontraba suspendido en un espacio donde todo de brillante y de color magenta, no me podía mover como tal pero percibía mi cuerpo como girando en el aire como si de agua se tratara, la sensación de cuando te vas a nadar y te das vueltas en horizontal del agua, así se sentía, entre esos colores se percibía un verde y azul profundos entonces escuché voces, voces que no me eran familiares una diciéndole a la otra que porque estaba yo ahí, que habían acordado solo salir a ver a Martín pero que un extranjero un muchacho no eran parte del encuentro, a lo que la voz masculina respondió que Martín había salido corriendo y que no siquiera le dió tiempo de saludar porque llegamos justo cuando el salía y que lo más probable es que los vapores de las rocas nos hayan hecho caer en estado catatonico y que ni siquiera tenía la intención de hacernos ver pero que le había parecido muy extraño que el único que vio como se abrió la roca haya sido "aquel" refiriendose a mí, en fin toda la conversación la escuché pero no podía moverme y lo que es más aunque escuchaba no podía abrir mis párpados solo sentía la pesadez de mi respiración hasta que por fin escuché algo que me hizo resonancia y fue que leyeron en mi campo aúrico que podría, había una posibilidad de poder estar concientemente con ellos, eso sí no me quedaba loco primero, la voz primera que era completamente femenina sentí como me miró, mientras que la voz que explicaba era totalmente masculina, entonces se acercó la voz femenina y un aroma muy agradable a flores me llegó a la nariz entonces pude abrir mis ojos, para mí sorpresa estaba tendido en una cama como de piedra y el cuarto en dónde estaba era de puede también pero muy bien labrada pues se veia que era de roca viva de un amarillo ocre no se si me doy a entender, pero abrí los ojos y lo primero que tope fue la luz difusa que se había en la habitación, una luz cálida y también marcadamente amarillenta moví la cabeza hacia un lado y me encontré viendo a una mujer no más de 25 años para mí sonriente con cabello negro muy profundo con ojos cafés oscuros muy profundos de piel morena clara como la de Yuki, recuerdo que pensé en Yuki y la mujer me preguntó que quien era Yuki, pero su voz llegó directamente a mi cabeza, - Hola soy Alanna y él - refiriendose a su compañero- El es Alhum- y Nosotros somos de las Pleyades y hemos venido a este plano existencial a través de los puntos magnéticos de su dimensión que ustedes llaman tierra, venimos porque eso es lo que hacemos desde hace algunos ciclos, aunque la fuerza que ustedes llaman tiempo es diferente en percepción para nosotros- toda esta explicación transcurrió mientras no me podía mover como tal solo escuchar y percibir todo aquello que me decía como si se tratara de una película en mi mente. 

El paso siguiente. Una semana. Una vida. 

Las imágenes saltaban en mi cabeza o al menos eso era lo que yo creía y se trasponian entre si, poco a poco empecé a recobrar la movilidad y a tal grado de poder levantarme y caminar y poder verlos de cuerpo completo, me pareció interesante su ropa que era como trajes de plástico pero vivo, no sé si lo exprese bien pero la tecnología de aquellos dos era muy interesante,- Alanna al percibir mi pensamiento solo menciono que la maravilla de nuestra especie es que nos sorprendemos con todo y que eso le era muy agradable aunque para nosotros fuera un poco inconveniente, también menciono que las misiones en las que ellos viajan son siempre de dos en dos, siempre en pareja.
Caminando por los vestíbulos de aquel complejo que preguntando a Alahum menciono que estaba en el corazón del Tepozteco pero que vibraba a otro nivel, que en el pasado ellos habían mantenido una relación muy cordial con todos los pobladores de tepoztlán, pero que está por lo eventos que me relato después fue decayendo, esto se debió más que nada a la influencia de fuerzas de otro nivel de densidad que los seres humanos comenzaron a atraer hacia sus vidas, provocando así la caída de sus vibraciones y disminuyendo poco a poco el contacto de todos los demás reinos con este que nosotros llamamos tierra también me dió datos específicos de como sucedió esto, pero no siento que sea necesario hablar de ellos en esta ocasión ya que de por si está historia rebasa por mucho la capacidad de comprensión de muchos ante tales situaciones cayendo en la ficción y que a veces es mejor así, así el conocimiento se preserva un poco más fiel a nivel de resonancia autónoma o subconciente si se quiere llamar así, como sea, el espacio estaba llenodne cristales de cuarzo y otras piedras la verdad no tengo idea de sus composiciones pero se veía hermoso, de hecho tenía forma de boveds y de angar, me llevaron hasta un vehículo que supuse que era su nave, pero otra vez leyendo mi mente Alanna respondió que en realidad esa era la puerta a Alción de dónde ellos procedían. 

Continuara... En a parte III 

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