El Hermitaño
Giro dramático de las circunstancias.
Silencio, solo un murmullo se permite, un instante insoldable simple así.
Nos permitimos correr antes de caminar y nos caímos tantas veces que las rodillas ya no duelen pues se hicieron fieras y ahora son duras como la roca. Nuestras tierras se entrelazaron por unos momentos. Calla un murmullo dije
Así como van mis dedos jugando en mi cabello, así como suelo jugar en medio de la nada, del todo, así simple.
Me voy a dormir, a soñar de nuevo, a ver mi realidad interna, más que nada no es huida es la era presencia de la no presencia, tu y yo somos la no presencia, la ambigüedad de ser un turbio caminante que solo va a terminar sus días.