El Mundo, La Visión , El Salto
EL MUNDO
"Cada circunstancia nos acerca más y más a lo que realmente habremos de ser"
Catalogado como un aprendiz el Dr Silencie había estado mucho tiempo estudiando los libros védicos, los mantras, los sutras, el tzolkin, las aventuras de Tom Sawyer y los clásicos de aventuras fantásticas como Carlos Castañeda, Jacobo Grinberg entre otros (estos últimos no lo llegaban a convencer mucho) sus pezquisas habían surgido desde edad muy temprana, su interpretación de los vedas es muy buena y que decir de las medicinas que gracias a esto le adjudicaron el pote de Doctor, aunque si había estudiado en una de las más prestigiosas universidades de su tiempo, la universidad de Oxford para ser exactos, había viajado por el mundo, aunque no tanto como el quería, pues sus incursiones eran más en un campo etéreo he de decir, lo conocí por circunstancias extrañas ya que el llegó a vivir a México en los años 20s según el decía y sin embargo no mostraba ni un cabello encanecido, la ciudad de México en los años 50s ya era una urbe de bullicio y movimiento, los grandes cambios internacionales hacían presa de la amabilidad y "nobleza" del gobierno mexicano, algunos autores de libros de protesta habían encontrado aquí un escenario en donde podían poner y "montar" sus obras, en este mundo globalizado era en el que me encontré con tan extraño sujeto.
El comentaba en muchos de nuestros encuentros que gracias a el estudio de las medicinas ancestrales y de los diferentes conceptos llevados a la práctica por él mismo era la razón de su "eterna juventud" sin embargo también comentaba que y lo decía en esta frase "hasta el Buda más iluminado envejece y muere, pero la única diferencia es que ellos decidían cuando partir, como viajeros cósmicos que son" un concepto que a mí entender se asemejaba a los santos de la iglesia en la cual se me había "criado", cuando yo le comentaba eso me decía en perfecto español, -que va, te inculcaron algo que no es tuyo, más bien te lo impusieron, pero eso no es del todo mal, mírame a mí que fui criado en la iglesia protestante y cuando conocí a aggripa me contó sobre el espejo de motecuzoma y heme aqui- y hechaba a reír con una carcajada que se escuchaba en toda la pulqueria a la cual le gustaba asistir, la mesera ya le conocía y el le pedía un octli bien cargado y ella sabía que habría una buena propina y muchas carcajadas de parte de él, más que nada, mi interés en él comenzó a crecer pues siendo un principiante de reportero me encomendaron una historia interesante y en ir preguntando me enteré de su consultorio en un barrio cerca del mercado de Tlatelolco, una casita en una vecindad dónde todos lo conocían incluso los maleantes lo trataban con mucho respeto, ahí me encamine, las entrevistas que le hice para ser honesto me trajeron muy buen dinero y a él a su vez una muchedumbre de gente de una posición social mucho más aceptable que la que a él le buscaba constantemente, viendo dónde vivía no se me hizo para nada anormal, afuera de su consultorio solo se veía un anuncio en madera que decís terapista, el ambiente ahí era muy limpio, pues a pesar de estar en un lugar que la mayoría de gente de estos tiempos consideraría poco agradable, el interior estaba bellamente decorado, me fijé que había una valija cerca de la entrada un modelo en una mesilla de frenológia y una de una mano para quiromancia, más allá un modelo de acupuntura en cerámica y varios jarrones chinos, dos cuadros con escritura japonesa y en un librero muchos libros antiguos algunos de ellos incunables, primeras ediciones y libros escritos en tablillas de madera y papiros, dentro del cuarto al fondo pasando la cocina tenía una mesa de oscultación con una sábana de seda y varios instrumentos entre agujas y bolsas de tela que según me explico eran para la medicina ayurvédica un escritorio al lado izquierdo consu nombre en letras de madera que ostentaban "Juan Silencio Terapista Espiritual" yo llegue como cualquier cliente, como decía llegué preguntando me hizo sentar en la silla estilo victoriano verde con flores, mientras que me preguntó mi nombre- como se llama usted?- buenas tardes, Carlos, Carlos Romero- contesté - dígame en que puedo ayudarle?- me observo con mirada dulce, sus ojos cafés claro y su barba robusta con corte oriental me hicieron suponer que era un mexicano que había viajado mucho- se sonrió y me dijo como contestando a mis pensamientos- mire Don Carlos no soy de aquí ni soy de allá, solo soy un viajero igual que usted, alguien a quien en verdad le interesan las personas y aprender, aprender mucho- me dejó un poco boquiabierto,pero intentando disimular le contesté con la verdad- el motivo de mi visita no es porque tenga algún mal o enfermedad que me aqueje, si no que soy un reportero en ciernes y un amigo mío me recomendó a usted para charlar y si no le molesta, que escriba acerca de su vida, el me comentó que lo conoció en "la pepita de oro" (que así se llamaba la pulqueria)- ah sí, claro José, José Flores, si lo conocí hace tres años y no lo he visto, tuve el placer de charlar con él y como con el octli a mí se me suelta la lengua le platique algunas de mis aventuras, dígame qué ha Sido de él esa es la única vez que lo ví, de ahí ya no asistió a la pepita, me dijo que es reportero, dígame, salió al extranjero?- yo le respondí que efectivamente era José quien me había recomendado irlo a entrevistar, que el quería hacerlo pero, después de esa bendita charla que tuvo con usted, lo ascendieron a primer editor del periódico y ya con sus ocupaciones no pudo llegar a su cita al siguiente miércoles, y yo llevaba poco de haber entrado al periódico y al ver que tenía potencian de columnista, le dió un buen presagio que yo tomara su lugar en esa aventura de entrevistarlo a usted- respondí.- jajajaja que bien, de esa charla ya tiene tres años, y dígame usted cuánto tiempo lleva en el periódico del sol?- pues yo no llevo mucho, más menos como unos 6 meses, le dije- mmm... Que interesante ( se agarró su barba como haciendo un diagnóstico), bien, ya casi es la hora de comer y me gustaría un octli, a usted? - me preguntó- me quedé pensando un poco, estaba recién desempacado de una comisión a la cual me habían enviado del periódico y...- vamos hombre que le piensa, la vida es una y seguro sus quehaceres se pueden hacer después, desempaca luego- me dijo- otra vez como si leyera mi mente- bien, si así a de ser será pensé- excelente filosofía- contestó a mis pensamientos, a lo largo del tiempo que estuve llendo para entrevistarlo me acostumbré a que hiciera eso y me deje llevar, ya sin complicaciones, he de decir que desde niño he sido así, lo menos complicado posible, jejeje un maestro en la universidad me decía que era la línea recta a todo "derecha la flecha" me decía, ese Carlos no se complica verdad? Eso le hará mucho bien en comunicaciónes- con esa confianza mi maestro me catálogo ( por así decirlo) y a mi vida no le ha hecho ningún mal, al contrario por esa línea recta, las puertas se me han abierto, tantas que a veces ha unas que no me gustaría cruzar, pues bien, el Dr silencio y yo fuimos a la pepita. Ahí comenzó el mundo para mí, yo que nunca había salido de la madre nación de México, ahora me encontraba ávido de aventuras como las que me platicaba el Dr Silencio.
" Un viaje comienza y uno nunca sabe en dónde termina"
Lean el próximo para que se enteren de más...
La visión
" Benditos los que saben ver, porque no solo las lo puertas del infinito se abriràn ante sus ojos sino las del corazón también"
Ahí estaba, después de pasar meses en la jungla en Chiapas por fin podía ver los vestigios de la antigua civilización que en otros ayeres se asentará en esos Montes. Era junio y hacia relativo calor, inicio de época de lluvias, recuerdo que bendecí a Tláloc por tan hermoso regaló ya que sin la lluvia torrencial de la noche anterior no se hubiera develado tan hermoso encuentro, el campamento llevaba meses tratando de encontrar lo que a mí parecer habían sido años, pero ahí estaba una construcción que semejaba una pirámide mezquitli osea sin punta como la hayadas en el resto del continente, recuerdo que había interpretado los códices en el museo de antigüedades de la Ciudad de México y había reunido a un equipo de especialistas para tal asaña entre ellos a Joselo un Chamula egresado de universidad única nacional, a el le gustaba bromear con supuestas supeticiones y leyendas de su pueblo a los cuales todos nos reíamos, pero el se quedaba muy serio al ve mi cara, un día de estos y estando en el campamento me advirtió- Oiga Manuel (Manuel Santos), a mí me dijo la Gran señora en sueños, se acuerda que le he platicado de ella?, Me dijo en sueños que a usted le toca encontrarla- a lo que me reí u le dije- ya Joselo, no ande diciéndome sus supersticiones no ve que me las voy a creer?- no jefe Manuel es en serio- al ver su rostro, serio y adusto al mismo tiempo- me dió un escalofríos que aún contando esto lo siento recorriendo la toda osamenta- bueno pues, ya váyase a descansar que hemos hecho un gran descubrimiento y vamos a traer a la prensa y a los medios, bueno a los que puedan llegar hasta acá,- reí para mis adentros- es la selva- pensé quien chingados va a llegar hasta acá si no nosotros nada más y los chamulas, pues bien esa noche me costó pegar la pestaña de tanta emoción que sentía, no sé cuánto dormí o dormite pues hacia un frío que no había sentido más que al norte de la nación, cuando salí de la tienda, me encontré a todos haciendo los preparativos para el desayuno- ah qué bueno que ya te despertaste Manuel- me dijo Jovita, una estudiante de estudios del pasado y arqueología que Hiba con nosotros, muy buena, muy sagaz en sus interpretaciónes de los códices y los indicios, ella me había platicado que desde muy chica soñaba cuevas y monumentos dentro de las cuevas y que eso le impulso a estudiar la disciplina- hay gracias Jovita que amable- respondí- no hay de que jefe, ya sabe que si nos cuidamos entre todos en estos terrenos no más no encontramos nada y ojalá que no pase pero hasta podemos perder más que la vida- eso me resonó de manera muy particular he de decir, Agustín otro de los integrantes del equipo estaba preparando las cosas para ir al encuentro de tan hermoso monumento. Caminamos bastante y a decir verdad no sé cuánto pero entre caladas y peñascos pues habíamos divisado la estructura a unos mil metros pero también la densa vegetación y como digo los escarpados lo hicieron más lejos en cuestión de movilidad, al llegar al sitio comenzamos las preparaciones del equipo, el láser la métrica el topógrafo Martin se encargo de eso, Jovita con los rayos X detectaba los posibles pabellones y cámaras del espacio mientras que yo y Joselo estábamos limpiando una entrada que notamos en uno de los costados, estaba en buenas condiciones para transitar y a pesar de tener sus cientos de años escondida por la selva, cuando abrimos paso a la entrada le pedí a Jovita que hechara un vistazo con los rayos x portátiles que llevábamos pero se sorprendió mucho al ver que los rayos no podían detectar nada- no estará averiado?- pregunté- no, lo calibre hoy en la mañana ya ve que estaba en eso después de desayunar- me dijo Jovita- mmm... Que caray, bueno a ver Joselo tú y yo vamos a meternos- Joselo sin chistar tomo las cuerda de anclaje se la puso y me la puse, y nos introducimos al espacio, al principio las linternas no alumbraban bien, hasta que llegamos al otro extremo una brillantes diferente a todo lo que había visto iluminó el espacio, Joselo con su sencillez absoluta me dijo-pues he aquí, Manuel ora si esto es como lo que contaba mi abuelo de estos lugares, que siempre se veía un resplandor raro en los Montes, a lo mejor se refería a esto- puede que si, sin embargo vamos a descubrir que más hay- le respondí- pues vamos - afirmó después él.
La belleza de lo que se presentó ante nuestros ojos no tiene límites, creo que las palabras se quedan cortas ante la maravilla, la visión y el arrebato de haber encontrado a la gran madre ahí ante nosotros, supongo que les gustará una imagen ya que como decía Marco Polo "una imagen es mas precisa que mil palabras"
Aquí la imagen
El salto
Conocí a Mario poco antes de que me graduará en aviación, era un tipo extraño en verdad, pero nada fuera de lo ordinario si saben a qué me refiero, fuera de lo común pero dentro de la media del resto, en fin.
Como decía era un tipo un tanto extravagante, fue en un viaje en el cual yo ya estaba en la fuerza de Viajes Interdimensionacionales y el era asesor de las puertas del cielo para que estas aeronaves entrasen en los diversos paralelos del campo etéreo, sin embargo a pesar de ser medio común y medio raro, encontré que era más bien raro, no se asemejaba a ningún asesor que hubiese conocido en la media, el hablaba mucho de un mundo por el cual hablaba con añoranza, decía que las personas en ese lugar no tenian ni la más remota idea de que viajaban Interdimensionacionalmente y que todo lo tomaban como un hecho de su realidad, también hablaba de su amor en ese lugar, un ser de otro "mundis" como le llamaba, a mí en lo particular se me hacía anacrónico que hablara así, pero bueno es parte del equipo y se le respeta y a veces siento que ya lo conocía pero no es importante aquí todos sabemos que tenemos que hacer y a veces sabes más de lo que necesitas, pero también está bien pues es parte de nuestra vida y eso lo manejamos individualmente, total el asunto es que en uno de nuestros viajes me estaba platicando de ese "ser" con el cual él se reuniría en ese viaje, ya le había explicado a su madre y a su padre y ellos le habían dado sus consejos y sus coordenadas personales para que regrese sano y Salvo que ellos lo estarían esperando y que le habían dicho sigue a tu ser, pero había un problema no había avisado a nadie más más que a mí pues me tenía mucha confianza y creo que sí porque conmigo era al único que le platicaba de ese "mundis" y el "ser" que le hacía latir su corazón tan hermoso y fuerte que solo de verle en sueños se le salían las lágrimas, si recuerdo que fue el día sexto del mes Gupta, del movimiento Verde, el año 7891.
Hibamos pasando por el destello de friejya, cuando de manera intempestiva a mi punto de vista me dijo con voz emocionada - aquí es- es el día la hora el momento, abre la puerta de la aeronave por favor, lo voltee a ver con mirada atónita pero había acordado desde hace dos años en hacerlo y una promesa para nosotros los pilotos es una promesa, además no había indicios de tormentas diamagneticas ese día así que todo sería lindo como siempre, abrí la puerta pero le pedí - cuando regreses, tráeme un algo de ahí de ese "mundi" como lo dices- el con una mirada sonriente y una sonrisa de oreja a oreja me dijo - claro amigo, te traeré buenas memorias y algunos objetos de interés de vuelo- me reí le despedí con un hasta siempre y el me contestó- nos vemos mañana- tomo su backjet y salto en eso una lúz deslumbrante se abrió desde abajo hacia arriba y pude ver un "mundi" totalmente diferente con muchos colores, un poco más opacos pero bellísimos, y un azúl muy parecido al de nuestro plano, el resplandor se cerró y el desapareció Mario despareció en un back jet.
He aquí mi informé
Muchas gracias Freyr, habíamos detectado las fluctuaciones del sol central 4 pero no habíamos podido saber en dónde se encontraba el suboplano, parece que Mario encontró la forma de dar con el pero gracias a la memoria cristal de la aeronave podemos ver todo el registro. Lo mantendremos informado de su amigo y cuando vuelva, no se preocupe, y en dado caso si es necesario investigar esos lugares multidimensionales le informaremos también quizá usted sea uno de los que lleguen a ir con los sabiens para determinar cómo ha ocurrido esa comunicación entre dimensiónes de fractal.
Gracias les agradezco mucho, espero su comunicación- sí, mientras seguirá en aviación pero le daremos nueva ruta interdimensionacional, está usted de acuerdo?- si claro- confío- bien le avisaremos de cualquier forma. Pase un hermoso día descanse esta semana mientras planificamos su nueva ruta.
Gracias- Igualmente 🙏🏼
Cerramos Telepatía.
puente por dónde salto Mario al "mundis" de sus sueños, vista por otro viajero interdimensionacional.
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"cuando la realidad se vuelve ficción y la ficción se vuelve idónea para vivirla, otros mundis, otras dimensiones del ser aparecen"
Carlos González Hernández Autor.